A UN MES DE LAS ELECCIONES

Ing. Rafel Damirón Dickson

1ro. de enero del 2010.- El año termina hoy con su acostumbrada carga de nuevas expectativas de todo tipo. Para los ajedrecistas dominicanos esta fecha significa además, que falta exactamente un mes para la consulta donde habrá de escogerse una nueva directiva de la FDA. Como siempre, cada ajedrecista se pregunta cuál opción responderá mejor a su expectativa individual, que no siempre coincide con las mejores expectativas colectivas.

Hasta el momento hay dos aspirantes que han expresado su intención de ser candidatos, pues ninguno ha realizado aún la inscripción formal de su candidatura, ni ha hecho pública la conformación de su equipo directivo, ni mucho menos su equipo de apoyo. Ambos han concentrado su esfuerzo en promover sus méritos personales y sus antecedentes dirigenciales, así como también los ambiciosos planes que prometen realizar.

Debo aclarar que considero que tanto la Ing. Elizabeth Hazim, como el Lic. Pedro Domínguez, poseen probada vocación como dirigentes deportivos, y esto lo sé desde hace muchos años, cuando siendo miembro del Comité Olímpico Dominicano, promoví que ambos fueran enviados a la Sesión de Jóvenes Dirigentes de la Academia Olímpica Internacional, en Grecia (Pedro en 1990, Elizabeth en 1993), donde se inician los futuros dirigentes olímpicos de todos los países.

 

Sin embargo, considero que para alcanzar metas mínimas de desarrollo, nuestro ajedrez necesita mucho más que un personaje calificado en la presidencia de la FDA. Para lograrlo hace falta un equipo coherente y con vocación de trabajo en la directiva, y otro equipo de apoyo al frente de las Comisiones, que son las responsables directas de hacer el trabajo, según los Estatutos de la FDA.

Pienso que es preciso despojarse del contagio que nos transmiten los políticos del país en sus desenfrenadas campañas orientadas principalmente hacia objetivos personales en lugar de colectivos. Los ajedrecistas debemos usar el raciocinio que creemos tener mejor desarrollado que los demás para conformar una opción que permita integrar a todas las personas con vocación y deseo de trabajo en un equipo directivo y organizativo que trabaje en una misma dirección. Y eso no se va a lograr promoviendo a individuos aislados, por buenos que sean, si éstos no se despojan de un orgullo personalista y un afán de protagonismo que impide que otros participen y colaboren.

Recuerdo que la última vez que presidí la FDA logramos  aglutinarnos cuatro ex-presidentes en la misma plancha (Argomániz Padre, Argomániz Hijo, Pachón Matos y Yo), junto a tres excelentes jóvenes dirigentes (Fabio Sánchez, Marcelino De La Rosa, y Agustín Pichardo). Aquello solo fue posible despojándonos todos de propósitos personalistas, manteniendo el mutuo respeto,  y asumiendo que todos éramos igualmente responsables, sin importar el cargo que nos hubiera tocado.

Considero que en estos momentos hace falta un poco de esa mística para evitar que la dispersión de las personas valiosas en varios grupos evite que el ajedrez no tenga el mejor equipo organizativo posible. Para evitar que una plancha estructurada apresuradamente alrededor de una persona nos lleve al  desastroso conflicto directivo que acabamos de tener.

Creo que aún hay tiempo para que los aspirantes declarados, y los que aún no han sacado la cabeza, se sienten a dialogar con el fin de estructurar un equipo (no solo una directiva) que permita que dentro de un mes, en las elecciones, los ajedrecistas puedan refrendar sin lugar a dudas una opción única, sin ningún temor de que se estén dejando fuera del juego piezas valiosas.

Ojalá pueda lograrase.

Un Feliz Año 2010 para Todos!!

Damirón